¿Sabes cuánto tiempo, dinero y esfuerzo puede ahorrarle a tu empresa tener un equipo cohesionado, remando en la misma dirección y apuntando hacia los mismos objetivos?
Si eres consciente de que lo más importante de tu empresa es su talento humano y has venido a descubrir cómo potenciarlo al máximo para transformar tus resultados y alcanzar todos tus objetivos, has llegado al lugar correcto.
Porque en el mundo hay dos tipos de empresas:
- Aquellas en las que los procesos fluyen con naturalidad, los equipos trabajan en armonía, y las metas se alcanzan sin invertir una cantidad absurda de tiempo, dinero y energía.
- Y las que revisan su estrategia cada tanto, porque nada de lo que implementan funciona.
En el que cada pieza ha sido diseñada, cuidadosamente, para cumplir con un rol específico y lograr un objetivo común:
Medir el tiempo con precisión.
Si sus componentes no trabajaran en armonía, los errores alterarían su funcionamiento, la eficiencia disminuiría y el reloj, inevitablemente, dejaría de funcionar.
Y es que no se trata de la calidad de cada elemento por separado, sino de cómo estos se integran entre sí para que el reloj haga lo suyo.
El mismo principio aplica para esas empresas cuyos profesionales, a pesar de ser muy “top”, no consiguen entenderse en equipo.
Comienzan a surgir los contratiempos, la gente empieza a remar en direcciones diferentes y las metas se vuelven inalcanzables.
Porque un equipo sólido, coordinado y colaborativo es a una empresa, lo que es a un reloj su conjunto de engranajes.
No es la suma de las habilidades de sus profesionales, sino la combinación de todos estos talentos, apuntando en la misma dirección.
En la que cada persona identifica su función y entiende cómo encajar sin obstaculizar al resto.
En la que cada miembro aporta soluciones y se desenvuelve en armonía con las demás personas.
Y en la que los desafíos se superan de forma conjunta, con un único objetivo en mente: el éxito del negocio.
Porque no se trata de invertir cada vez más en nuevos -y diferentes- profesionales, sino de sacarle el máximo provecho a los conocimientos y habilidades que ya tienen las personas que integran el equipo.”
Y eso es justo lo que hacemos en Manahmana.
Ayudamos a las empresas a desarrollar un ambiente colaborativo que potencie el rendimiento y mejore el desempeño de las personas que forman parte de la organización, permitiéndoles alcanzar objetivos tangibles como:
+ Alineamiento
Tener claro el propósito, la estrategia y el valor que cada persona, cada equipo y cada departamento aporta, favorecerá que todos vayamos en la misma dirección
+ Productividad
Aumentar la efectividad de las reuniones para aumentar la productividad.
+ Rendimiento
Cuando las personas tienen la oportunidad de utilizar sus habilidades y se sienten en un entorno que lo propicie, sacaremos lo mejor de ellos.
+ Coordinación
Saber cómo trabajar con otros departamentos, con otras personas y mirar más allá de nuestro ámbito de actuación hará que todo fluya.
+ Retención de talento
Fomentar una identidad positiva como responsable de la empresa para mejorar la satisfacción y la motivación de las personas que trabajan en ella.
«En Manahmana conectan bien con las personas, y generan conexiones óptimas para que las cosas sucedan. Destacaría su gran experiencia y la correcta utilización de herramientas y metodologías. Hacen todo eso de una forma amigable y distendida que favorece la cocreación y la generación de ideas. Valoro la capacidad que tienen para ubicarse a la perfección en cada contexto y situación. Cuidan mucho los detalles, durante las sesiones y en todo el proceso de participación. Además, tienen una propuesta de valor propia, clara, diferencial y muy identificable. La estética, el tono, la cultura, y la metodología son una marca propia muy vinculada con las personas que componen el equipo de Manahmana».
Álex Uriarte Etxeberria │ Presidente de AEDIPE | Director de personas y cultura en Grupo IED
Somos Aitor y Maialen
Creamos Manahmana con el fin de ayudar a las empresas a desarrollar proyectos que fomentaran la creatividad, la innovación y la comunicación interna.
Después de 8 años y tras un profundo análisis de lo que hacíamos, descubrimos que nuestro trabajo no era darle a los negocios “la fórmula” para alcanzar sus metas, sino ayudarles a encontrar sus propias soluciones para:
- Mejorar su toma de decisiones.
- Fomentar la escucha activa dentro de la organización.
- Transformar los procesos internos hasta alinearlos con sus valores.
- Diseñar canales de comunicación más efectivos.
- Entender la importancia de trabajar cohesionados.
- Y crear un entorno laboral confiable, comunicativo y honesto.
Desde entonces, somos miembros activos de la Asociación Internacional de Facilitadores (IAF) y nos dedicamos a guiar a las empresas (y sus equipos) a identificar los elementos que les conducirán por la dirección correcta hacia sus objetivos organizacionales.
Pero no estamos solos en esto. Nuestro proyecto tiene un equipo de lujo que está dispuesto a ayudarte con eso que necesitas.
¿Quieres que te contemos más?